¡Tanto tiempo, querido lector/a! Quiero compartirte que comencé escuela de medicina y ¡concurrentemente no tengo vida! Pero tras este largo hiato, una situación surgida en mi querido Puerto Rico ha despertado grandes opiniones y emociones y tiene implicaciones religiosas y sociales muy grandes. En esencia, a una (1) semana de las elecciones generales, la candidata independiente a la gobernación Alexandra Lúgaro, en una entrevista radial, afirmó, y cito, "No creo en Dios." Esta oración, tan corta, ha causado un mar de opiniones y reacciones tanto de cristianos como de individuos no practicantes de alguna religión. Es por esto que abordaré el tema. No como un texto político, sino como un análisis sociocultural y religioso del ser humano y mi sociedad puertorriqueña, en particular. Quiero dejar lo siguiente meridianamente claro: ESTO NO ES UN TEXTO POLÍTICO. Aquí yo no pretendo criticar, auspiciar, promover ni atacar posturas políticas ni mucho menos candidatos políticos. Esto es un análisis personal sobre la percepción pública y el conocimiento general social de lo que significa ser religioso/ateo. Comencemos. Estoy en shock. Me parece absolutamente inaudita la reacción tan fuerte y patentemente vitriólica tanto de la comunidad cristiana como de la prensa y el ambiente secular ante la afirmación de Alexandra Lúgaro de "No creer en Dios." La prensa se ha encargado de difundir la entrevista radial en la cual hace estas afirmaciones con titulares como: "Alexandra Lúgaro revela que es atea." "Candidata a la gobernación reacciona tras declararse atea." Luego prosiguen las reacciones de cristianos y no-cristianos en apoyo o recriminando sus expresiones, discutiendo la validez de su apoyo al "ateísmo", los posibles efectos en su gobernación y el futuro del país, etc. Permítanme transcribir el pedazo de la entrevista en la cual se suscitan las palabras:
Entrevistador (E): Estamos aquí con la candidata independiente a la gobernación de Puerto Rico. Le pregunto: ¿asiste usted a alguna iglesia? Alexandra Lúgaro (AL): Al momento, no. E: ¿No? AL: No. E: O sea que no tiene denominación de iglesia que usted haya asistido antes. AL: Antes asistía a la iglesia católica, pero en estos momentos no estoy asistiendo. E: ¿Cree en Dios? AL: Pues mire, primero, yo le voy a contestar con la verdad porque a mi me gusta ir de frente. Pero primero, pienso que no es relevante a la candidatura y siempre lo he dicho porque quiero que la gente tenga claro que yo estoy aquí para representar a católicos, a protestantes, a musulmanes a budistas. Yo quiero como gobernadora, yo tengo que representar y crear un marco dentro del cual todas las personas sean iguales ante el derecho. Sin embargo, si usted me pregunta en mi calidad personal, no creo en Dios. Observamos que en ningún momento la candidata afirma ser atea. "Pero Gabriel, por favor, está bien, no usó literalmente la palabra 'atea' pero, ¡¿qué más claro que decir 'no creo en Dios' tu quieres?!" Fíjate, querid@ lector/a, yo lo que quiero es discutir contigo la diferencia abismal entre afirmar "no creer en Dios" y afirmar "soy ateo." Y es que, como acabo de escribir: La diferencia es abismal. Comenzando por lo que significa ser ateo: 1. adj. Que niega la existencia de cualquier dios. El ateísmo es una postura ontológica. Si has leído la sección de La Verdad en LØGIC 101, recordarás que la ontología es la rama de la filosofía (particularmente, la metafísica) que estudia el ser, lo que es. Cualquier aseveración de la realidad (la Tierra es redonda, los seres humanos son mamíferos, etc.) es una aseveración de corte ontológico cuya particularidad es cargar valor veritativo funcional binario. En otras palabras, es verdadero o falso. (Intenta aplicar este criterio a mis ejemplos.) Tomando esto en cuenta, nuestra definición de ateísmo del diccionario de la Real Academia Española nos muestra que esta ideología (el ateísmo) es ontológica: "Dios no existe". O, "no es cierto que Dios existe". O, "no es cierto que en la realidad existe Dios," son posibles afirmaciones de un ateo. (1) Ahora, la aseveración "no creo en Dios," no es una postura ontológica. Es una expresión de una creencia personal. OJO: el ateísmo puede hacerse una creencia personal, pero una que carga significado ontológico sobre la realidad (Dios no existe), mientras que Lúgaro sólo afirmó que ella no cree en Dios (pero no emitió ningún comentario sobre la naturaleza de la realidad). En otras palabras, Lúgaro puede "no creer en Dios" pero no tener una contestación ante la pregunta, "¿Existe Dios?." "¿Y? A última instancia, Gabriel, ¿qué diferencia hace, "a la hora de la verdad," el que Alexandra Lúgaro haya dicho "no creo en Dios" en lugar de "Dios no existe" o "soy atea"? Bueno, querid@ lector/a, la diferencia fundamental es que automáticamente hace el reclamo "Alexandra Lúgaro es atea (porque dijo que no cree en Dios)" falso. Podríamos decir que Lúgaro es incrédula respecto a Dios, pero no podemos afirmar nada sobre sus posturas ontológicas de Éste. Si hubiera dicho "Yo no creo en Dios, porque soy atea," no quedaba duda de su postura. Pero su omisión de esta parte nos lleva a meramente especular sobre qué piensa y afirma sobre la existencia (o inexistencia) del Ser Supremo. Lo segundo, por supuesto, es que hace superfluas, hasta cierto punto, las discusiones que han surgido respecto a su "postura" (que no ha afirmado). Cabe señalar que esto no es meramente una distinción semántica o un "jueguito de palabras." La realidad es que no es lo mismo compartir tu creencia religiosa a hacer algún reclamo sobre cómo es la realidad. Y esto es obvio, ¡por eso me sorprende tal tergiversación! Nuevamente, ¡no es lo mismo decir "yo no creo en Gabriel" a decir "Gabriel no existe"! Si bien, podría decir "yo no creo en Gabriel, porque Gabriel no existe," este no fue el caso de la Lcda. Lúgaro. Ya. Querid@s lectores/as, por favor, les ruego: hablen, comenten, opinen sobre los asuntos de nuestra sociedad, sean políticos, religiosos, éticos, etc. Pero primero, seamos justos y precisos con lo que decimos, y sobre todo Simply Lógicos. Lo que prosigue es mi comentario a la comunidad cristiana (y al no-cristiano curioso) sobre las implicaciones de lo que acabo de discutir. Y para ti, querid@ herman@, ¿qué representa esta distinción que acabo de hacer sobre la candidata? Como incluí en las notas (2), Alexandra tuvo una experiencia con la Iglesia. Una experiencia muy frustrante que debió haberla dejado marcada y probablemente la llevó a abandonar su fe. Para mí esto es sumamente informativo porque nos habla de un ser humano que por algo que vivió abandonó su fe. De lo que sabemos, Lúgaro no es la persona que se sentó a considerar los argumentos a favor y en contra de la existencia de Dios y dijo "después de examinar toda la evidencia que existe, ha existido y existirá sobre Dios, he concluido que Éste no existe." Estas no han sido sus palabras y, francamente, creo que es muy inteligente para afirmar tal cosa. Como he comentado anteriormente, el ateísmo verdadero, ese que niega la existencia (o afirma la inexistencia) de Dios es una postura demasiado pesada para cargar. Es una postura que requiere que tengas todo el conocimiento del universo y la eternidad para que puedas emitir un juicio ontológico de tanta envergadura. Uno que humanamente es imposible realizar, dadas nuestras limitaciones intelectuales. En última instancia, ciertamente la Lcda. Lúgaro podría afirmar la inexistencia de Dios como justificación a "no creer en Dios," pero ésto no lo sabemos. Y es irresponsable e ignorante de nuestra parte, juzgar a esta mujer por algo que ella misma no ha dicho. Por último, ¿qué pueden hacer aquellos que apoyaban a Lúgaro con esta información que he provisto? Aquí sólo puedo ofrecer mi opinión y lo primero que diré es que, contrario a lo que afirma la Lcda. Lúgaro, ¡las creencias religiosas de un candidato son extremadamente relevantes para su gobernación! Ya es hora de que dejemos este pensamiento ignorante y absurdo que dice "la religión y la política no mezclan," "la religión y la ciencia no mezclan," "la religión y la ley no mezclan," etc. ¡Por supuesto que mezclan! ¡Todas mezclan! ¿Por qué? Pues porque todas las ideologías no existen como entes abstractos, trascendentales, eternos, sino como ideas portadas por personas. O sea, estas ideas existen porque hay personas que las creen, y cada individuo, esté consciente o no de que las tiene, tiene una postura sobre la religión, sobre la política, sobre la ética, etc. Pueden ser posturas que incluso estén en conflicto entre ellas, ¡pero que definitivamente están mezcladas en la persona! ¿De dónde surge el que un candidato apoye o no la legalización del matrimonio de personas del mismo sexo? ¿O que quiera legalizar la marihuana? ¿O que esté en contra de estas posturas? Precisamente de su bagaje religioso, de sus creencias explícitas (o incluso inconscientes). Un candidato que dice "Yo no creo en _______ pero si el pueblo lo apoya, yo lo apoyo" es un candidato que dentro de su ideología dice "yo no lo apoyo, pero estoy dispuesto a actuar en contra de mis creencias para aprobarlo." Punto. Entonces nos topamos con una situación interesante: tenemos 5 candidatos que no han expresado su creencia religiosa abierta y directamente y una que ha sido clara. De esos 5, sabemos que los candidatos de los dos partidos mayoritarios, han sido notorios por apoyar el sector cristiano. Pero podemos afirmar que ese qpoyo es genuino, ¿o sospechamos una estrategia de campaña? Como clásicamente dijo el Dr. Pedro Roselló durante su campaña gubernamental "Yo soy católico-protestante" (!!!) Así que nos enfrentamos al dilema de apoyar a una candidata que abiertamente niega creer en Dios (sumado a otras posturas controversiales) o apoyar a candidatos que desconocemos sus verdaderas posturas (más allá de decir "sí, yo apoyo la Iglesia). ¡Cosa difícil! ¿Podemos ir moralmente confiados a darle el voto a una persona que directamente niega nuestra fe y que basará sus posturas en esta falta de fe? ¿O entonces le damos el voto a un candidato que muy probablemente dirá lo que queremos escuchar y luego hará lo que quiera, pero que nos cabe la posibilidad de que, por lo menos, considere creer en Dios? Pensando en esto, recuerdo las palabras del Apóstol Juan en Apocalípsis 3 al afirmar "Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto, como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca." ¿Nos casamos con la fría o los vomitados? ¡Cosa difícil! _____________________________________ NOTAS: (1) Quiero dejar claro, que no quiero decir por ontología que la oración "Dios no existe" es cierta o falsa. Sino estoy haciendo alusión al contenido en sí de esta oración. Es decir, la veracidad o falsedad de que Dios exista o no. (Por si acaso.) (2) Sabemos por esta entrevista y otras fuentes que Lúgaro sí asistía a la iglesia cristiana (y muy probablemente creía en Dios). Sabemos también que ésta tuvo una experiencia que marcó su vida (y probablemente su visión del cristianismo) al querer bautizar (OJO, consideró importante para la vida de su hija este sacramento católico) a su hija, la cual concibió por fertilización in vitro, y ser rechazada por el padre de la iglesia, al señalar la desaprobación de dicha institución respecto a esta técnica de reproducción artificial y su deber en haber adoptado.
3 Comentarios
Comentante
5/11/2016 12:03:57 pm
Yo no se si los nombres que yo uno aquí comoquiera se te revelan pero me interesa como traes el tema. Nunca lo había pensado de esa manera y tienes mucha razón. Sin embargo, no estoy muy de acuerdo con el comentario sobre separación de política y la iglesia. Aunque te explicas muy bien y tienes razón en el hecho de que a la hora de la verdad los políticos toman sus desiciones a base de sus creencias pero, se supone que como representantes de un país tomen desiciones objetivos sobre asuntos morales. Quizás afirmar que en fin estas distintas posturas se mezclan puede causar confusión al público y llevarlos a decidir su voto en base a su creencia religiosa. Pienso que aunque es inevitable que estas ideas se mezclen, las personas hagan todo lo posible por evitarlo porque eso puede causar mucho bias y que las desiciones se tomen con una sola mirada. Lo que quiero decir con esto es que crea lo que crea un político, no debe ser la base desiciva del elector.
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Autor
5/11/2016 08:39:40 pm
Muchas gracias por su comentario y su tiempo en leer este artículo! Escoger un candidato es un proceso sumamente personal y complejo que requiere evaluar muchas facetas de la vida del individuo y siempre requerirá hacer sacrificar un aspecto u otro. Mi intención con el comentario al cual hace referencia fue retar la noción y visión popular de que lo que cree o no un candidato es irrelevante para su gobernación. Como escribí, tus creencias son centrales y preceden tus decisiones. Por supuesto un individuo en una postura de poder enfrentará situaciones que no estará de acuerdo y muy responsablemente debe exponer su razón pero como usted dice, respetar la posición del pueblo porque en fin, esto es una democracia.
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Andres
5/11/2016 03:22:47 pm
Me gustó mucho. Seria bueno enviarlo a ella para saber su opinion
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AutorFilósofo por vocación, músico por pasión, seguidor de Jesús por decisión. Ah y médico en construcción, sí. |